El pasado 10 de octubre, los ciudadanos de Artieda volvieron
a sufrir un intento de expropiaciones de sus tierras. Como las veces
anteriores, contaron con el apoyo de personas de otras zonas afectadas por
pantanos, de otras asociaciones, y en general, con el apoyo de personas con un
poco de talento y sentido común.
Todos sabíamos que los de Confederación y compañía, no se
caracterizan precisamente, por tener ideas brillantes, pero lo que no nos
podíamos imaginar, era que esto fuera a acabar así, que mandaran a los
antidisturbios, y que estos, de buenas a primeras, empezaran a pegar y a
agredir a los vecinos que se encontraban simplemente de pie, en la carretera,
tratando de defender sus tierras, sus propiedades, sus derechos.
Esta vez, los técnicos de Confederación, ni siquiera se
acercaron a donde estaban los habitantes de Artieda con las demás personas que
les apoyaron. Directamente le dejaron paso a la Guardia Civil: para qué se iban
a molestar los señores en acercarse hasta donde estaban todos, si podían
decirles a los antidisturbios que cargaran contra ellos… ¿Consecuencia? Una
decena de heridos de las personas que se encontraban concentradas para defender
lo suyo. La Guardia Civil “se queja” de que dos de sus agentes también
resultaron heridos. Parece algo irreal, algo que no puede ser verdad: un grupo
de personas se concentran pacíficamente para protestar contra la expropiación e
impedir que se levantaran las actas de ocupación en 62 hectáreas; llegan los
antidisturbios y así porque sí, les empiezan a agredir, acaban una decena de
personas heridas, muchas de ellas en la cabeza, y ellos, que iban protegidos
por todos lados, si no por escudo y casco, por “armas” y protecciones, ¿se
quejan?, ¿de verdad estaban heridos?, peor tendrían que haber acabado, que a
ellos nadie fue a pegarles. Y sí, ellos no tienen ninguna culpa, que los que
los mandan son los de la CHE, pero esos porrazos que pegaron, sobre todo, en la
cabeza… creo que se pasaron demasiado.
Por la mañana se leyó un manifiesto recordando algunos pueblos
deshabitados por pantanos y expropiaciones, explicando que no se quiere que
haya ni uno solo más así.
Durante el manifiesto, la Guardia Civil avisó para que
desalojaran. Como es normal, todas las personas que participaban en la
concentración se quedaron allí, defendiendo sus tierras, y respondiendo con
“gritos” como: “¡Yesa no!”, “¡Pantaners Asesins!, “¡Fuera!” y “¡El pueblo
unido, jamás será vencido!”.
Después los antidisturbios cargaron contra los vecinos,
golpeándoles. El presidente de Coagret y el diputado de CHA por el Alto Aragón,
llamaron al presidente de la CHE y a la delegación de gobierno en Zaragoza,
para hacerles saber, que ellos eran los únicos responsables de todo lo que
estaba sucediendo.
Mientras eran agredidos, los vecinos les gritaban a los
antidisturbios “¡Vergüenza!” y “¡Fuera!”. Cuando pararon de pegarles, les
gritaban “Pacifista”, y se sentaron la mayor parte de las personas en el suelo.
Volvieron a repetirles frases y añadieron otras nuevas: “¡Dignidad!”, “Lleno de
hormigón tenéis el corazón”, “¡Aquí estamos, nosotros no pegamos!”… “Nuestras
armas, estas son”, decían también los vecinos mientras enseñaban sus manos. Y
tras esto, comenzaron a cantar el Himno a la Libertad, de José Antonio
Labordeta.
Finalmente el alcalde de Artieda firmó un acta de no
comparecencia de los propietarios de las tierras y de él mismo para la firma de
las expropiaciones, y los agentes, poco a poco, y sin darse la vuelta hasta que
avanzaron un trozo, abandonaron el pueblo. Vídeo: aquí y aquí. Fotos: aquí y aquí. Más información.
Incluso los regantes, cargos de la UAGA, y de otras
asociaciones, han reconocido que el procedimiento de la Guardia Civil ayer, no
fue el adecuado, que no tendrían que haber ido por ahí.
Lo que nadie entendemos, es que la CHE quiere expropiar 60
hectáreas, pero realmente, las necesarias son 6. "La Ley de
Expropiación Forzosa dice que tienen que expropiar lo mínimo e imprescindible
para la obra". Y, sea expropiación forzosa o no, si solo se necesitan 6
hectáreas, ¿por qué quieren expropiar 60, y dejar a Artieda sin sus mejores
tierras?, qué quieren, ¿que pase como en todos esos pueblos que se nombraron en
el manifiesto, que por capricho de unos cuantos, acaben sin trabajo, y
posteriormente sin gente? Pues que sepan una cosa bien clara: eso, no lo van a
conseguir. Ni con Artieda, ni con Biscarrués, ni con ningún otro pueblo que
sufra por lo mismo.
Lo primero son nuestras raíces, y no nos las van a arrancar, por eso,
principalmente, nos negamos a todas estas obras sin sentido. Aunque intenten
echarnos de nuestras tierras, quitarnos nuestra forma de vida, acabar con
nuestro futuro… ¡No lo conseguirán!
Y, como bien decían los vecinos que allí se encontraban, “lo
llaman democracia y no lo es”. Mucho hablar de democracia, pero, ¿esto es la
democracia?, porque se parece mucho a una dictadura: Si no quieres hacer algo
por las buenas, vamos las autoridades, te pegamos, te pisoteamos, y se hace lo
que yo mande, y lo que yo quiera, ¿tiene lógica lo que digo o lo que quiero
hacer? No lo sé, pero como es lo que yo quiero, se hará y punto, cueste lo que
cueste… Pues vaya democracia más rara, ¿no?
Volviendo a las razones por las que nos oponemos a
recrecimientos y a pantanos, como todos sabemos, la principal es defender lo
nuestro y nuestras raíces. Pero hay muchas más, que hasta los regantes, si
abrieran un poco los ojos las verían: una de las básicas, la crisis, que todos
nos quejamos, pero aun así, quieren seguir haciendo infraestructuras de este
tipo, gastarse millones de euros en hormigón para beneficio de unos pocos…
En fin, que nunca vamos a entender el por qué de todos estos
caprichos irrazonables, por qué esta cabezonería de sacarnos de nuestra tierra,
por qué hay tanta gente sin talento, egoísta, caprichosa…
Pero por último, decir que si de esa gente hay mucha, más
todavía de los nuestros. Que no nos vamos a dejar pisotear por nadie, que
siempre nos vamos a apoyar, que si estamos unidos, nadie podrá con nosotros.
Cada día más, y más fuertes, ¡SIN REBLAR!
¡¡YESA NO!! ¡¡PANTANO DE BISCARRUÉS NUNCA!!